El tiempo es relativo.

Hoy en día vivimos en piloto automático. Dejamos de estar presentes, y de concientizar el tiempo. Cuando despertamos han pasado horas…días… semanas..meses..y en muchos casos años.

Andamos totalmente desconectados de la vida, y de nuestro Creador. Nos acostumbramos tanto a vivir en automático que nos creemos la historia de que todo lo que existe es solo este mundo físico. Este mundo que podemos ver y las cosas que podemos parpar. Nos agobiamos por tener y cumplir metas, (lo que no está mal claro) pero nos olvidamos de lo que en verdad tiene valor. Hay que recordar que el plano físico es sólo una impresión del mundo espiritual. Todo lo que vemos y tocamos ha sido creado por lo que no podemos ver. El dinero, la salud, la enfermedad entre otras cosas más solo es un resultado del mundo espiritual que se manifiesta en el mundo físico. 

Somos almas atrapadas en un cuerpo físico, no lo contrario. Pasamos un breve y corto viaje por este mundo físico. Todos y cada uno de nosotros vinimos con un propósito a este mundo y nuestra meta mayor debe de ser identificar y llevar a cabo este propósito. 

Un ejemplo con el que me identifico mucho  es el  del árbol.  Podemos ver su tronco, sus ramas y en muchos casos sus frutos, sin embargo en la mayoría de los casos no podemos ver sus raíces. Pero sus raíces son sus columnas. Las raíces son las responsables de  mantener el árbol firme. Nuestro creador es nuestra raíz. Él es quien nos da nuevas fuerzas y sustento especialmente cuando enfrentamos el mundo a ciegas.

Sabiendo esto nos deberíamos enfocar más en conocer más acerca de nuestro creador, de que hay más allá de lo que podemos ver. Luego de retomar esa conexión con el Creador, debemos de pedir guía para entender y poder cumplir nuestra tarea aquí en la tierra.

Hasta la próxima. Y que Dios nos ampare.

Yafreicy Brito Martes